Capítulo 59 “El mes de tu nacimiento”
Los
calendarios son fuentes inmejorables para conocer la cuestión de los días, de
las horas, de los momentos inquebrantables. Hay luces que oscurecen el paisaje,
lo liquidan y enumeran un millón de reflejos en medio de un torrente de agua
inmenso llamado mar, donde la luna reposa por las noches.
Este
frío trajo el invierno, las heladas y estas ganas incontenibles y asombrosas de
dormir con vos.
Soy
un refugio donde tu mirada se esconde casi en forma divina, avergonzada,
clarividente. Donde podés volver cuantas veces quieras porque fui hecho para
contener tu vida en mí.
Hay
momentos geométricos, compuestos por lineales instantes en que nos dedicamos a
encontrarnos, donde triangula la magia casi inmejorablemente, mientras el
deseoso devenir se vuelve circular y la extraña dimensión en que surgís aprende
a fluir en medio de tanta tormenta de puntos que representan los pasos que
dimos para encontrarnos.
Un
frío estacional, cuando estabas por venir, yo ya te estaba imaginando a mi
lado, inventando amores ficticios para encontrarnos, vislumbrando sonatas y
escuchando imágenes de nosotros bailando sumidos en aguas danzantes.
Toda
una dinámica punzante, un determinante categórico para el amor que creíamos esperar,
dos derroteros sensibles entre factores arcaicos, una lisa y llana elucubración
azul en medio de colores secundarios.
Nos
entristecimos tanto que confundimos el camino de llegada…
Pero
había un día clave en el crudo invierno de la ciudad… ibas a venir y yo iba a
buscarte, eras mi futuro porque estaría esperándote.
Recordás
nuestras miradas en el subte línea A, nuestras manos en el Malba, nuestras
bocas en La Catedral? Tiempos de explorarnos, de decirnos todo en silencio, de
extrañarnos y, sin embargo, no dejar de tener contacto frecuente…
Hoy
estamos en pleno ojo del centro del mes, ya se fue mayo helándonos el tiempo,
ya nació junio como víspera del mes de tu cumpleaños. Y siento que sembraste
todo esto que soy, y siento que sembré en vos todo lo que quiero decirte el día
que cumplas un año más, y que ese día sea el inicio de una seguidilla de
festejos que no vaya nunca a concluir.
Y
el cúmulo de recuerdos empieza a emerger, y surgen las tardes, las noches y
todos los momentos del día en que dependemos de nuestras voces para seguir
creyendo que la existencia es una instancia mágica, perpetua y mística.
Volví,
casi sin quererlo, a ser de nuevo yo… y vos pasaste de ser un misterio, a ser
un mundo donde quiero permanecer.
Te
digo las cosas como me salen, te demuestro que me importás cuando dejo de
pensar en todo para pensar en vos y exclusivamente en vos, en tu nombre que
sabe a historia de literato inglés, en tu boca que huele a perfume marino, en
tu pelo que me acaricia mientras enredo mis dedos en él.
Y
aparece un horizonte cumpleañero, será la primera vez que me toque acompañarte
en esto, y los nervios aparecen como esa lluvia repentina que cae en los
veranos cada vez más cálidos, y planifico hacerte feliz, dibujar kilómetros de
sonrisas en tu semblante, para que ese día, sea el día más feliz de los días de
vida que te queden.
Había
un encierro en mi vida hasta que supe que estabas dando vueltas por este mundo
de papel, que resulta finito cuando lo comparo con vos y tu eterna e inmaculada
ternura.
No
quiero olvidarme de este día porque es un día que quiero que sea el más hermoso
de los días que me toquen compartir en este mundo junto a alguien.
A
veces quisiera volver a nacer, a menudo quisiera volver a morir, y otras tantas
veces quisiera morir y resucitar en nombre del amor que siento por vos.
El
metal en su sonrisa, la ilusión de un lugar donde compartamos nuestro tiempo,
la efemérides del día en que no quise soltarte más…
“Dicen
algunos alquimistas, que la potencial concreción del amor depende de una química
particular, devenida de procesos sustentados en el encuentro de los cuerpos que
remiten al primer boceto del amor, realizado por manos artesanas de un creador
que nadie conoce. Vos y yo somos creación indudable del amor que construimos,
somos hijos y padres de él… la conjugación precisa entre la vida y la
resurrección de los enamorados”
Yo
empiezo a hacer un recuento de situaciones, de libros, de películas, de
conciertos, de noches de cama donde jugamos a descubrir la desnudez en medio de
una belleza oscura… y concluyo en que estoy parado donde quiero que la vida me
deje estar, y evoco cada situación que me llevó a tener que pedirte que me
creyeras y que no tuvieses miedo de nada, porque lastimarte sería lastimarme.
Empieza
la cuenta regresiva y empiezo a amarte con fervor, con la locura de un ave que
inicia su primera experiencia por los aires, y dejo de lado la inestabilidad
del mundo y empiezo a acercarme al día de la celebración, regalándote un
momento hermoso hasta que llegue el segundo en que pidas tus deseos y desees
que yo sea uno de ellos.
Cosas
del mes, cosas del tiempo, cosas del amor en tiempos de cumpleaños…
Mientras
tanto… hoy cumplimos un mes más. El mes antecedente a nuestro cumpleaños…
Feliz
mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario