lunes, 29 de julio de 2013

Capítulo 78 “La verdad”



Vos en formato dulce y fascinante, como un bucólico paisaje en invierno, mientras sorbo una taza de café y deshilacho madejas de un tejido de esquinas que me vieron sonreír con deseo.

Estoy definiendo, con precisión, quien soy y estás indefiniendo lo que podría ser. Estoy escribiendo, con más desborde emocional que creatividad, una historia para contarle al mundo.

Te quiero decir mucho, algo, quizá nada… es decir, decir lo que siento pero sin decir ni redecir lo que no te diría.

Hay esquemas donde la pintura es descifrar misterios y donde es la acción de mezclar tonos sin saber por qué. Será cuestión de sentir o de buscar sentido en las cosas, de creer o crear, de subir o volar, de querer o amar… mientras tanto, el tiempo se vuelve tirano y ambienta el sueño que decoro con extraños colores.

Y entonces todo se vuelve un permanente San Valentín, un escenario cargado de alegorías y sensaciones, un helado de sambayón y chocolate o un abrir y cerrar de ojos que dura la eternidad de un tango o una milonga.

Mi corazón me manda señales y yo le obedezco a cuentagotas, hay canciones que no se olvidan y besos que no desaparecen, hay calles que se caminan y otras que mueren mientras las vivencias se extienden al común de la gente.

Me siento malherido esta vez, quiero buscarme un camino donde no estés y todo el tiempo estoy encontrándote, lo mío es el amor y lo tuyo la aventura desventurada de hacerme sufrir e irte sin decirme adiós.

No puedo llegar a destino sin perder un minuto donde podría decirte miles de cosas que terminan siendo una sola… Te amo.

Siempre supiste que yo era transparente como el cristal que envuelve la circularidad de tus ojos que han dejado de expresarme cosas, sigo pensando que fuimos felices al margen de la acotada prolongación del sueño que soñamos.

Acá o allá, en Buenos Aires o en el país de lo imposible… pienso en vos.

Salís a buscar la agradable compañía, ocasional o perpetua, de alguien que pueda lamerte la herida cortante de un proceso que te hizo enorme daño… todo va en múltiples direcciones y con sentido invisible. Entonces el desacierto está en la no acción, en la dejadez, en el privilegio de comprender que un amor marca y define la historia en forma asombrosa.

Siempre esperando, nunca desesperando y, sin embargo, la pandemia del amor no correspondido avanza y se prolifera por toda la tierra.

Dulces años de inquietarme con tu ausencia presente y tu presencia ausente. Un resonar de tu voz en mi memoria deshecha por tu recuerdo tangible y asesino. Y cómo puede ser que hayamos saboreado una derrota a dúo? Y quién te dijo que el derrotado es sólo uno? Cuando es que sucede lo imposible? Dónde nos encuentra la lluvia siempre que sentimos que amar es un acto de libertad y ensueño?.

Son respuestas que se encuentran en el amor como verbo y no como sujeto.

Puedo ver nacer la flor, suelo ver mi alma envuelta en el cielo del dolor… y todo sabe a carnaval y poco puede ser infinito en invierno.

Los meses que han pasado hoy, son cuentos que resumen la ecuación y destrozan el color y el calor de un verano que apenas aspira a ser un pequeño anhelo.

Puede ser tu corazón, puedo ser honor, vergüenza o un mal trago en vacaciones que hablan el idioma de los gestos y el silencio.

Llegaremos a septiembre hechos dos puertas entreabiertas que esperan la llegada de un huésped que encuentre la puerta hacia el corazón, y podés ver la flor nacer, impregnada de sed, sal y ozono. Mero acto de sinceridad en un rincón donde la mentira es el acto humano más premiado, mientras yo me dedico a buscar un soplo de vos en cada lugar donde estoy.

Entonces hay una casa, una cuevita donde los habitantes somos nosotros y el ambiente es un punto geográfico en la más austral de las galaxias, suena un bandoneón que nos habla en idioma musical y nos cuenta que nació en medio de un mundo bautizado Abasto.

Y lo irracional empieza a jugar en nuestra historia porque somos irracionalmente amor y racionalmente infinitos… consecuencia de la razón como motor del amor concreto.

Vos mintiéndote a diestra y siniestra y yo contándote historias que quiero volver verdad mientras tus manos abran sus ojos y vean que las mías son una invitación a ser tomadas con fulgor.

Ecos y resabios de un pasado que revive en el presente, mientras el futuro se aleja con dolor por lo que no será nunca… sujeto.

Y yo te quiero dar lugar, genealogía, canciones, lo que no tenga y lo que invente.

Puedo afirmar, con delicada sinceridad, que aunque el mundo y la vida mientan todo el tiempo… la única verdad que existe, cuando vemos el calendario de lo vivido, es habernos conocido.

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