domingo, 27 de enero de 2013

Capitulo 18 "Los frutos"

Sonrosados los dos, ahora nos disponemos a elucubrar nuevas sensaciones, reflejados en el alba mientras las manos, timidas y celosas, se enriedan.
El deseo de cuidarnos, de cuidarte sobre todo, de tomar las dimensiones de tu rostro para dibujarte una sonrisa que quepa en él. Hay un rejunte de anécdotas que nos hacen bien, un soplo de felicidad que nos permite mirar con claridad que no es tan malo sentirse bien. en medio de un reinante gris, supimos empapar de colores el transcurso de las cosas.
Oficina, 9:40 am. tengo un retrato de una niñita que me sonríe mientras baila al compás de su propia cadencia, tiene rulos, enormes ojos y una sonrisa compradora. sus mejillas, sus manitas, su vestidito pituco, combinado con zapatitos de charol. esa niña eras vos, esa niña era mi motivo para esperar a que confluyeran los caminos.
Esa chinita ahora me regala los días más felices, una canción de amor endulzado con su risa aflautada, con su espíritu festivo, su gracia, sus manos encendiendo mi rubor y un nombre que repito hasta en silencio.
Ahora se viste de amor, me contiene el vicio de fumar, me compra caramelos, me invita a estar contento.
Ella no es un concierto de jazz, un hotel de lujo o un viaje a Nueva York. ella es una canción, el umbral de un edificio en la nostálgica Almagro y una caminata por el barrio.
Han pasado cosas en el medio, hemos tenido diferencias y un momento de fuerte intercambio, pero gana el amor, ganan las ganas de amar que yo le confieso y ella me niega. me niega afirmando y detiene las agujas en agosto a la noche, cuando un beso pudo más.
El rompecabezas de cada momento en nuestras vidas toma curso, se empieza a visualizar un paisaje, un escenario, un lugar donde somos los protagonistas, donde depositamos semillas que fecundarán con el tiempo hasta volvernos un ramillete de vida, un dúo de viejitos que seguirán siendo novios, porque su amor es inagotable, un álbum de fotos en diferentes versiones, una fiesta de casamiento, un nacimiento, un hogar, un jardín, un patio, niños correteando alrededor nuestro, una navidad, un año nuevo, un carnaval, unas vacaciones, una película, un desayuno, un ocaso, una montaña, un paseo, un día de los enamorados, un aniversario, una tormenta al atardecer, una llave, un vals, una colección de libros, un jardín de sueños.
Ya nos sabemos de memoria nuestras huellas digitales, ya sé lo que nos gusta y lo que no, ya sé ayudarte a estudiar o a serenarte, ya sabés lo frágil que es mi vida cuando lloro y no te tengo, ya somos boni y boni, dos chiquitos corazones que coordinan su latir, ya iniciamos el principio de un guión sincrónico. ya somos un futuro imperfecto.
Mi madre me habla en sueños de vos y se deshace en elogios. tal vez no vaya a contarte jamás esto, pero me dijo que te adopta como suya también.
Mientras germinan los rizomas, vayamos a ver el sol, a bañarnos mientras aguardamos el verano. el final es abierto, pero yo, muy dentro mío, sé que sos vos.

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